Desierto

Desierto

El Desierto en la Biblia no es sólo un lugar, es un concepto muy rico con muchas aplicaciones.

El desierto está presente en varias de las etapas de la historia del Pueblo escogido. Es la historia del pueblo de Israel. Ellos son esclavos en Egipto, Dios ve el sufrimiento de su pueblo. (Éxodo 3, 7) y le pide a Moisés que los libere. Después de varias negociaciones y plagas, los israelitas son liberados del Faraón egipcio. Es celebre la escena hollywoodense donde se abre el mar y todos pasan sin mojarse para entrar al Desierto.

Pasan cuarenta años en el desierto antes de entrar en la tierra prometida. Y más que una cantidad (39+1) el 40 significa aquí un cambio de generación.  Un cambio total de mentalidad.

No sólo es tiempo el que pasan en el desierto, son muchos acontecimientos, el más importante: La alianza.

El pacto que realiza Dios con su Pueblo es muy concreto y profundo: “Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios” (Éxodo 6,7).

Antes del desierto no se consideraba un pueblo, eran tribus que habían sido esclavizadas para que trabajaran para el Faraón. Ahora son un pueblo. El desierto da identidad, ahora son pueblo. Lo “único” que tienen que hacer es reconocer a Yahveh como el único Dios y Él los protegerá siempre. Después de los 40 años, y una gran lucha interna y externa, logran entran a la tierra prometida.

A partir de esto leamos la historia de la creación del hombre

Entonces Dios el Señor formó al hombre, de la tierra misma, sopló en su nariz y le dio vida. Así el hombre comenzó a vivir. Después Dios el Señor plantó un jardín en la región de Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado. Génesis (2, 7-8)

Dios crea al hombre de la tierra misma y le da vida. Esa misma tierra es el desierto. Es decir Dios está creando al hombre en el desierto, Dios crea a su pueblo cuando lo libera. Y después de haberlo creado lo planta en la tierra prometida.

Quiero resaltar un punto. El pueblo no es liberado y de inmediato entra a la tierra prometida. El pueblo pasa 40 años por el desierto antes de conseguir su objetivo. 40 años, tiempo necesario para que se reconozca pueblo, tiempo en el cual luego de muchas luchas,  llegan a saber quién es como pueblo. El desierto como tal es un cambio de mentalidad, es el lugar donde se escucha a Dios.

¿Aplicaciones a mi vida personal? Claro. La psicología le llama duelo al proceso que pasa entre una pérdida y su superación. Podemos comparar el desierto con el proceso de duelo. Pero la categoría teológica es incluso más profunda: La persona que sale de una situación de esclavitud y luego pasa por el desierto, es una mejor persona antes de entrar a la “tierra prometida”.

A veces queremos pasar de una pérdida fuerte y de inmediato remediar con otra situación, cuando ni siquiera sabemos quiénes somos, sin reconocernos nosotros mismos.

El desierto es el lugar de silencio interior y de reconocimiento personal que nos dice a dónde ir.

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