¿Qué cuentas?

Conocí la serie de Fibonacci 10 minutos antes de presentar un examen de programación en el primer semestre de la carrera de cibernética. Llegó uno de mis compañeros corriendo y dio la noticia: De seguro va a venir que hagamos el algoritmo de la serie de Fibonacci en el examen.caracol

La serie de Fibonacci empieza con dos números el 0 y el 1. Para la serie se tienen que seguir la suma de los dos números anteriores: 0+1 =1, 1+1=2; 2+1=3… Así la serie queda en 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144…

Aunque el algoritmo en realidad no es tan complejo, existe una fórmula matemática que permite calcular cualquier número de la serie.

fibonacci

Más fácil ¿No?

Y todo esto: ¿Qué tiene que ver con la realidad? ¿No son acaso puras abstracciones y nada concreto?

Pues aunque parezca absurdo, la serie de Fibonacci la podemos encontrar en la naturaleza. Los caracoles, flores, incluso hasta en los huesos de la mano.

falanges

 

Quiero tomar una idea aquí para reflexionar: Los objetos que siguen ese patrón crecen a partir de sus dos etapas previas. Y esas dos etapas previas son el resultado de momentos anteriores, que a su vez fueron resultado de sumas previas … y así sucesivamente hasta el inicio.

Esta idea me parece muy similar a la que utiliza G.W.F. Hegel en su concepto de triada dialéctica. La realidad es el resultado de una síntesis entre una tesis y una antítesis. Esa síntesis se convertirá a su vez en tesis que se contrapondrá a una antítesis que generará una nueva síntesis.

Lo anterior me da una especie de anteojos con los cuales intento acceder a la realidad que vivo: mi vida entonces, es el resultado de la suma de dos realidades anteriores, de la lucha entre una tesis y una antítesis que permiten que vaya creciendo o al menos vayan generándose nuevas formas de vivir.

Si esto fuera cierto, el hecho de contar (de numerar, no de referir sucesos) mi historia, me permite ubicarme exactamente en el punto donde estoy.

Pero aquí me viene a la mente el diálogo de la película Pi el orden del caos.

-Sol: Alto, tienes que ir despacio. Estas enloqueciendo, tienes que tomar un respiro. Escúchate, estas conectando un error que tuve con la computadora que tu también tuviste con patrañas religiosas. Quieres encontrar el número 216 en el mundo y lo encontraras en todas partes, 216 pasos de una calle a la puerta de tu casa, 216 segundos en que el elevador llegue a su destino, cuando tu mente se obsesiona con algo filtraras todo lo demás para encontrar ese algo en todas partes.

¿Será que en realidad estoy enloqueciendo?

¿Y tú? ¿Qué cuentas?

1 comment for “¿Qué cuentas?

  1. Noemi
    julio 11, 2013 at 9:22 am

    Cuento los días en que sí escribo en mi diario, los pacientes de la semana, las horas libres y ocupadas, las miradas, las preocupaciones, la felicidad antes de que se escape de mis manos.

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