Ahí está el reto

Durante mi vida he tenido muchos maestros de matemáticas. Hubo grandes figuras, algunos hasta me entusiasmaron a comprender que las matemáticas son una herramienta para analizar la realidad. También tuve maestros muy malos.

Recuerdo una anécdota de un maestro de este último grupo. En una clase nos dio una serie de características que tenían que tener cierto tipo de ecuaciones y nos dice la forma de solucionarla. A continuación pone una ecuación para que la resolviéramos. Todo el grupo la empezamos a analizar y tratar de resolver, pero no podíamos: no cumplía con las características que él mismo nos había dicho. Uno de mis compañeros le dice: “Profe, la ecuación no cumple con las características” El profesor con toda serenidad y tranquilidad se limitó a decir: “¡Ahí está el reto!”, acompañando las palabras con un movimiento de su mano derecha con el pulgar y el índice extendidos. Seguíamos sin poder resolver la ecuación. Instantes después un compañero dice: “Profe, estoy viendo el libro y copió mal la ecuación….”. Eso fue en los primeros semestres, pero años después cuando nos juntamos los compañeros siempre recordamos esa anécdota: “¡Ahí está el reto!”.

Creo que era sólo un signo lo que había copiado mal, pero una sola variable afectaba todo el sistema. Sin ser la misma ecuación, pero tomando como base el cambio de variable traigo aquí una escena de la película 21 Blackjack.

Ahora la cuestión es: Si ya cambió una variable en el sistema ¿debo cambiar de decisión sólo porque sea más probable?

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